Una buena amiga se enfrentó a una difícil noticia a una edad temprana: un diagnóstico de menopausia precoz. Le dijeron que la única opción era someterse a terapia hormonal sustitutiva y seguir adelante con su vida.
Dejando de lado la poca sensibilidad con la que se le comunicó este diagnóstico, lo que más me impactó fue la certeza con la que se le dio una respuesta tan definitiva. En ningún momento se consideraron otros factores que podrían estar influyendo en su salud. Nadie le preguntó acerca de sus hábitos diarios, su nivel de estrés, su alimentación, su calidad de sueño o su estado emocional y psicológico. Ni siquiera le hicieron una analítica completa para evaluar si su cuerpo estaba bien nutrido o si sus glándulas suprarrenales funcionaban correctamente. Simplemente, se le dio un veredicto y se pasó al siguiente paciente.
Aunque la menopausia precoz es una realidad que puede tener un diagnóstico difícil de revertir, me parece crucial explorar otras vías antes de dar una sentencia final. Por eso, decidí compartir esta historia (con el permiso de mi amiga, claro).
Ella no se conformó con el diagnóstico. Decidió explorar otras opciones y me contactó para trabajar en su alimentación, hábitos y suplementación. Rápidamente me di cuenta de que mi enfoque no sería suficiente por sí solo, así que le recomendé una ginecóloga especializada en hormonas micronizadas naturales. Además, ella buscó apoyo energético con un acupuntor, participó en un curso de fertilidad con otras mujeres y trabajó su psique y emociones en terapia. ¿El resultado? Su menstruación regresó después de mucho tiempo, y además comenzó a ovular, indicando que no era solo un sangrado por deprivación. El cuerpo humano es asombroso, y gracias al enorme esfuerzo de mi amiga, su organismo ha comenzado a recuperar la homeostasis.
Este enfoque multidisciplinar, que ha ayudado a su cuerpo y mente a recuperar cierto equilibrio, es la estrategia que siempre defenderé al abordar cualquier problema de salud. Sin duda, uno de los pilares de la recuperación es la alimentación y los hábitos de vida.
¿Por Qué es tan Importante la Alimentación en Problemas de Fertilidad?
Cuando el cuerpo sacrifica una función tan esencial como la fertilidad, es una señal de que algo no está bien. Si el organismo deja de ovular, es porque necesita redirigir su energía a funciones más críticas o porque no tiene suficiente energía para sobrevivir y procrear al mismo tiempo.
La infertilidad puede tener múltiples causas, algunas más complejas que otras, y, lamentablemente, algunas pueden no tener solución. Sin embargo, hay numerosos casos de mujeres cuya infertilidad se debe a que están agotadas o desnutridas, con hábitos que afectan negativamente a su cuerpo debido al estilo de vida que a menudo la sociedad impone. No quiero decir que todos los casos de infertilidad se solucionan únicamente con una buena alimentación y cambios de hábitos, pero sin duda, sin estos cambios, será muy difícil encontrar una solución.
Una buena alimentación y unos hábitos saludables son la base sobre la que trabajar otros enfoques, ya sean tradicionales o alternativos. En algunos casos, mejorar estos aspectos puede ser suficiente para marcar una diferencia significativa.
Esto es lo que hago en mis consultas con mujeres que enfrentan infertilidad, problemas menstruales o que simplemente desean optimizar su salud antes de intentar ser madres. Ofrezco un enfoque individualizado donde abordamos tu forma de alimentarte para optimizarla, revisamos los biorritmos, el movimiento, los tóxicos ambientales, técnicas de relajación y meditación etc. Y, por supuesto, cuando es necesario, trabajamos en conjunto con otros profesionales para abordar el problema de manera holística.
Si quieres mejorar tus hábitos de alimentación y estilo de vida, estaré encantada de acompañarte en este camino. No dudes en contactarnos en el correo parvati@yogaymusicaparvati.es.
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