La endometriosis es una de esas enfermedades que, desafortunadamente, muchas mujeres sufren sin siquiera saber qué les está ocurriendo. Hoy quiero contarte mi experiencia personal: un viaje de más de 20 años de incertidumbre, dolor y búsqueda de respuestas, hasta finalmente encontrar un camino hacia la recuperación. Esta es mi historia y mi mensaje para todas aquellas personas que también están luchando con esta enfermedad.
¿Qué es la Endometriosis?
La endometriosis es una patología inmunológica caracterizada por el crecimiento de tejido endometrial fuera del útero, en lugares donde no debería estar. Este tejido, al estar fuera de lugar, provoca una respuesta inmunológica que lleva a una inflamación sistémica, y los síntomas pueden ser diversos, a veces extremadamente incapacitantes.
En mi caso, los dolores comenzaron con mis primeras menstruaciones. Eran tan intensos que llegaban a dejarme incapacitada y, con los años, estos dolores se volvieron constantes: 24/7. Al final, terminé postrada en cama durante tres meses, sin poder andar y con dolores insoportables, hasta que tuve mi primera cirugía.
Un Diagnóstico que Tardó 20 Años
Después de 20 años de buscar respuestas, por fin supe lo que tenía: endometriosis profunda en grado IV. Cuando finalmente me diagnosticaron, la endometriosis ya había invadido partes del intestino, vejiga y varios tejidos peritoneales. Incluso fuera del peritoneo, un endometrioma estaba presionando un nervio de mi pierna izquierda, lo que me causaba un dolor constante y limitación de movimiento. Fue entonces cuando, a los 31 años, comencé mi verdadero camino hacia la recuperación y la salud integral.
Tratamiento Convencional que No Funcionó
Tras el diagnóstico, intenté seguir el tratamiento convencional con hormonas sintéticas, pero no obtuve ninguna mejoría. Mi enfermedad avanzaba y mis síntomas empeoraban, llevándome a un estado de incapacidad total. Fue entonces cuando opté por la cirugía, y aunque no eliminó todos mis síntomas, sí me dio una mejoría significativa.
Actualmente, como parte del tratamiento, utilizo progesterona bioidéntica, un suplemento que en algunos países es accesible sin receta y que considero que ha sido de gran ayuda. Aun así, sabía que necesitaba más que un enfoque convencional.
Mi Búsqueda Hacia la Salud Integrativa
A partir de la operación, decidí cambiar mi enfoque hacia una salud integrativa. Probé diferentes enfoques de alimentación: desde el Protocolo Autoinmune (AIP) hasta la dieta cetogénica, carnívora, y prometabólica. Además, incluí suplementos y me mudé a un entorno natural, buscando una mejor calidad de vida.
Hoy en día, estoy llevando a cabo un proceso de Mineral Balancing, que creo que ha sido la pieza clave en mi recuperación. He aprendido a equilibrar mi cuerpo a través de la alimentación, la suplementación adecuada y la búsqueda constante de bienestar.
Convertirme en Terapeuta
Mi deseo de entender mejor mi enfermedad me llevó a formarme como terapeuta. Quería aprender lo necesario para ayudarme a mí misma y también a otras mujeres que pudieran estar pasando por una situación similar. Con los años y gracias a mi formación, he logrado revertir casi todos los síntomas de la endometriosis. Actualmente, estoy siguiendo un protocolo de eliminación de metales con Mineral Balancing y, después de años de dolor, ahora llevo 4 menstruaciones consecutivas sin ningún dolor, pudiendo vivir mi vida normalmente.
Un Camino Largo Pero con Recompensa
Siempre digo a mis pacientes que el camino hacia la salud integral es un proceso lento, pero seguro. Yo he tardado más de 8 años en recuperar mi equilibrio. Han sido años llenos de altibajos, momentos de desesperación y pequeñas victorias. Hoy puedo decir que mi salud está en su mejor momento y que la salud integral es posible.
No hay soluciones rápidas, pero con dedicación, cambios en el estilo de vida, y un enfoque personalizado y holístico, es posible alcanzar una mejora significativa y una vida libre de dolor.
Mi Mensaje Final
Si tú o alguien cercano está lidiando con endometriosis, mi mensaje es que no te rindas. La recuperación es posible, aunque el camino pueda parecer eterno. A veces, se requiere un enfoque diferente, una perspectiva integrativa y mucha paciencia. Si necesitas apoyo, aquí estoy para ayudarte.
Si mi historia te ha resonado y crees que puede ayudar a más personas, compártela. Juntas podemos crear una comunidad de apoyo y llevar esperanza a quienes más lo necesitan.
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